En el BI colaborativo los usuarios de negocio toman sus decisiones colaborando con otras personas, por lo que la interacción entre ellos es clave para un resultado satisfactorio. Los indicadores de negocio deben ser fácilmente accesibles por todos los miembros del equipo y pueden ser compartidos con quien sea necesario.

En esta interacción, se genera información y documentación de las discusiones del equipo, accesible de forma cómoda y ágil. El acceso está controlado y permite saber cómo y quién lo ha creado, así como mantener un histórico. Estos documentos se comparten, se comentan y editan colaborativamente, se chatea respecto a los puntos de vista y se incorporan recursos que enriquecen el contenido y permiten argumentar las decisiones a tomar.

Evidentemente, se prioriza el acceso a toda estos datos desde cualquier lugar y dispositivo, facilitando las microinteracciones -tipo «Like» o votación- y la realización de reuniones en remoto, más que la necesidad de reuniones presenciales que requieren tiempo y suelen generar conflictos. Cabe contemplar como práctica cada vez más habitual la presencia de «expertos externos» que dan su opinión en partes concretas del proceso sin necesidad de intervenir ni conocer la totalidad de la información.

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