Cuando pensamos en la idea de introducir la tecnología en espacios de trabajo, la imagen que nos viene a la cabeza es el reemplazo de los humanos por robots y máquinas. Las principales empresas tecnológicas del mundo descartan esta visión y señalan que la Inteligencia Artificial no reemplazará a los humanos, sino que optimizará su rendimiento.
Un estudio de Cisco demostró que la inteligencia artificial puede incrementar la felicidad de los trabajadores. Para llegar a estas conclusiones, la empresa realizó una encuesta a trabajadores de 10 países diferentes. El estudio indicó que el 95% de los trabajadores consideró que un asistente virtual puede mejorar sus tareas en el lugar de trabajo, cómo optimizar su participación en reuniones o comunicarse con los miembros de su equipo.
Además, debemos tener en cuenta que los conflictos se dan en los entornos laborales, hasta tal punto que son parte del día a día de las empresas. La manera tradicional de eliminarlos es hablar con los trabajadores de forma periódica para identificar cuan conformes están con su puesto de trabajo. Sin embargo, este sistema suele ser largo y las conclusiones suelen darse meses después de realizar la consulta, retrasando la implementación de acciones que permitan la mejora del funcionamiento de los equipos de trabajo.
Ante esta situación, la Inteligencia Artificial puede ofrecer una solución. A través del uso de dispositivos y herramientas que la utilizan, se hace posible detectar problemas con los que se pueden encontrar los trabajadores y procesar rápidamente los datos obtenidos. De este modo, la empresa puede administrar de forma más eficiente sus equipos y darles las herramientas necesarias para un desarrollo óptimo y así conseguir fortalecer y fidelizar el equipo.
Así pues, y por paradójico que resulte, la introducción de la Inteligencia Artificial en los puestos de trabajo demuestra que lejos de deshumanizar el empleo puede llevar a una mejora en las relaciones e interacciones humanas.
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