Las compañías están invirtiendo mayormente en softwares de gestión empresarial que facilitan un entorno de trabajo colaborativo y social (SAP, SharePoint y Office 365). Sin embargo, y con el ojo puesto en el futuro su foco es conducir la inversión, primero, hacia el machine learning.

También conocido como aprendizaje automatizado, el machine learning permite a un sistema hacer predicciones de futuro según los comportamientos, intereses y características del usuario al interactuar con él. Algo que ya podemos ver, por ejemplo, en las tarjetas de Google Now que nos informan de cuánto tardaremos en llegar a nuestro trabajo sin ni siquiera haberlo buscado o pedido, ya que según nuestros hábitos ha predecido que en ese momento podría ser interesante para nosotros disponer de esta información.

Otra gran área de inversión para los próximos años será la de dashboard & analytics, lo que demuestra que las empresas sienten una preocupación especial por disponer de información de gran valor y calidad para poder tomar decisiones acertadas a través de procesos que ahorren tiempo y aumenten la productividad.

En las últimas posiciones en cuanto a inversión se sitúan las aplicaciones de negocio, la internet de las cosas (IoT) y la realidad aumentada. Estas dos últimas tecnologías aunque tienen un gran potencial son aún demasiado incipientes para que una empresa se arriesgue a invertir en ellas sin saber a ciencia cierta cuál será su impacto en la esfera corporativa.